lunes, 26 de julio de 2010

Mandalas, Chakras y colores...

Como se ha dicho, el meditar con Mandalas sana tanto a nivel físico como psíquico y espiritual. Asimismo, es importante tener en cuenta que los Mandalas actúan equilibrando los Chakras por medio de los colores. Un Mandala siempre va a ser positivo sea cual fuere su color, pero resulta doblemente útil, cuando nosotros ya hemos localizado alguna necesidad y queremos sanarla, entonces podríamos ayudarnos eligiendo algún color determinado, el cual actuaría de manera directa, acelerando el proceso de curación.
A continuación te damos una lista de los colores correspondientes a cada uno de los Chakras. Según el Chakra que quieras trabajar, elegirás los colores que tendrá tu Mandala .
Rojo, Primer Chakra. Es el color del amor, la pasión, la sensualidad, la fuerza, la independencia, la conquista. Impulsa la fuerza vital a todo el cuerpo. Incrementa la confianza y seguridad en sí mismo, permite controlar la agresividad y evitar querer dominar a los demás. En el aspecto físico proyecta energía a la parte inferior del cuerpo, suministra fuerza a los órganos reproductores. Esencia de supervivencia.
Naranja, Segundo Chakra. Energía, optimismo, ambición, actividad, valor, confianza en sí mismo. Incrementa la autoestima, ayuda a enfrentar todos los retos para la evolución de la persona. Propicia energía positiva para llevar a cabo los proyectos o las metas. En el aspecto físico proyecta energía al intestino delgado y colon, todos los procesos metabólicos y los ganglios linfáticos inferiores.
Amarillo, Tercer Chakra. Es la luz, el sol, la alegría, el crecimiento, la sabiduría, el anhelo de libertad. Ayuda liberar los miedos internos. Permite manejar con balance el ego, las desilusiones, todo lo que afecta emocionalmente. Ayuda a canalizar mejor la intelectualidad. En el aspecto físico proyecta energía al aparato digestivo, hígado, vesícula, páncreas, bazo, y riñones.
Verde, Cuarto Chakra. Equilibrio, crecimiento, esperanza, perseverancia. Proyecta tranquilidad y balance en lo sentimental. Permite expresar los sentimientos más libremente. Expande el amor interno hacia uno mismo y los demás. Ayuda a controlar el sentido de posesión y los celos. En el aspecto físico, proyecta energía vital al sistema circulatorio, cardiovascular, corazón.
Azul, Quinto Chakra. Calma, paz, serenidad. Ayuda a exteriorizar lo que se lleva por dentro, permitiendo evolucionar a medida que se van dando cambios en la vida de la persona. Evita la frustración y la resistencia para comunicarse con la gente, permite tener tolerancia a los pensamientos de los demás. En el aspecto físico proyecta energía a los pulmones, garganta, tráquea, ganglios linfáticos superiores y ayuda a evitar las alergias y padecimientos de la piel.
Indigo, Sexto Chakra. Ayuda a comunicarse con el ser interno, abriendo la intuición. Permite aprender a dejar fluir los mensajes del cerebro, conectando directamente a la inteligencia de la conciencia cósmica. Fomenta el control mental y expande los canales de recepción para percibir la verdad en cualquier cosa o nivel de vida. Estimula la confianza en ser guiado por su propio sentido interior. En el aspecto físico, proyecta energía vital al cerebro, sistema nervioso, sistema muscular y óseo.
Violeta, Séptimo Chakra. Mística, magia, espiritualidad, transformación, inspiración. Proyecta el contacto del espíritu con la conciencia profunda del cosmos. Expande al poder creativo desde cualquier ángulo, música, pintura, poesía, arte, permitiendo a la persona expresar su visión de la realidad y su contacto con la fuente primordial, el creador del universo.