Todo el tiempo nos estamos transformando. Nuestras células se van adaptando a lo nuevo que nos va trayendo la vida. Pero, nuestra mente, a veces, se siente presionada frente al cambio.
Conflicto, crisis, resistencia... y cambio...
Sabemos que de los primeros seres vivos, sólo lograban sobrevivir los que mejor se adaptaban a lo nuevo. De la misma manera, nuestra flexibilidad nos permite renovarnos. Si no lo hacemos cuando las circunstancias se presentan, si no acompañamos lo que la vida en su constante mutación nos trae, ésta se empobrece. Al contrario de lo que creemos, esa "aparente seguridad" hace que nuestra vida se estanque.
Cuando nos abrimos a lo nuevo y lo aceptamos, nuestro ser permanece, pero se va puliendo...
A medida que enfrentamos nuevos desafíos van sucediendo las transformaciones interiores. Y nuestro ser empieza a manifestar su brillo.
A veces, es necesario arriesgar, saltar, jugarse...
Y confiar.
Porque, como decía Goethe:
"¡SALTA Y LA RED APARECERÁ!".
Mandala "Fuego" - Acrílico sobre lienzo -
Mandala "Aum" - Acrílico sobre lienzo -
